Hasta en los cuentos más bonitos hay momentos tristes.
¿Y que sería un cuento sin su bruja malvada, su lobo feroz o su dragon?
¿Y que sería de nosotros sin esa chispa que enciende la llama, esa pequeña discusión que termina en reconciliación?
Realmente las discusiones forman parte de todo y de todos. Es lo que hace que cada una de ellas nos recuerden lo que valemos y a quien queremos. Es lo que más nos une, y a veces lo que más nos separa.
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